martes, 15 de enero de 2008

[Cuento Loco e Inusual] Corrida Romantica

Catalina observo por ultima vez aquella fotografia. Con la mano libre, tomo un encendedor, incinerando el bello retrato, dos personas amandose. Una lagrima oscura dibujo una delgada linea de dolor. Seco rapidamente toda evidencia de llanto.

El sol otorgaba una luz maravillosa, y la iglesia brillaba mas que nunca. El cielo estaba despejado propicio quizas para un buen dia. El novio aguardaba impaciente, mirando a cada segundo posible el reloj de fino oro , regalo de bodas de su abuelo.

-¿Aun no llega Catalina?- preguntaba nervioso
-¡Calmate Andres!, es normal que se demoren un poco hombre- dijo un tipo alto

Mas alla, donde el sol no llegaba con tanta fuerza, alguien buscaba con urgencia sus deportivas. Jose levanto sus ojos, hacia el reloj de pared. Marcaban las 10:30 am. En treinta minutos mas, el amor de su vida escaparia para siempre de el. Del fondo del oscuro closet, estrajo un par de zapatillas plata que rapidamente ato. En su mente transcurio aquella escena de la noche pasada. Lo beso, y huyo, le dijo que era imposible. El la amaba, y ella a el seguro.

Como un toro, derribo su propia puerta y a saltos bajo las escalinatas de su edificio. La gente lo miraba con extrañeza. El corria con el ceño serio y sin mirar a nadie. Creyo chocar con alguien, pero no presto mayor atencion. La luz de la salida divisiba a lo lejos, cuando una mujer enorme y gorda lo detuvo de golpe.

-¡Donde crees que vas jovencito!- dijo en tono serio

Enormes brazos lo apretaron, mientras que su mejilla era victima de dulces besos.

-¡T...Tia! ¡sueltame ya no tengo tiempo ahora!- rogaba el

El reloj de pared del pasillo marcaba las 10:35. Con su fuerza, logro safarse y sin dar mayor explicacion salio presuroso del edificio. Doblo su pierna y cayo secamente al pavimento, levantandose casi de inmediato. Corrio esquivando, golpeando, divisando desde lejos la pronta luz roja del semaforo. De golpe freno, mientras cientos de autos pasaban frente a sus ojos. No vacilo y cruzo, esquivando con decision cada veloz auto, provocando choques y insultos indescriptibles. El policia nuevo le diviso y salio tras el, gritando que se detuviese. Los relojes de las calles marcaban las 10:40.

Iba bajando su velocidad. El aliento le pesaba. El policia le seguia un poco mas atras. Desde lejos se alzo la cruz plata de la iglesia. Se detuvo, tomo aliento y siguio corriendo. Ya no sintio los gritos del policia, si aquel duro golpe en su rostro. Un balon, un inocente balon le hizo caer nuevamente. Roja sangre fluyo por el pavimento. Se levanto, no remedio y siguio corriendo. A su paso nubes oscuras iban cubriendo el celeste cielo. Marcaban las 10:45.

Por fin diviso las puertas de la iglesia. Cerradas. Enormes hombres custodiaban dicha puerta. Diviso la muralla. Con agilidad subio, cediendo la fragilidad de esta, cayendo donde estaban los espinos. Dolor intenso, pero que ignoro. Se levanto y ya no corria, caminaba rapido. Observo ya cerca la gruesa puerta principal. Escuchaba al cura hablar....

-¿Alguien se opone a esta union?-

Corrio nuevamente, y recibio el golpe del hombron. Rodo en el suelo y se levanto. Le habian visto. Cogio una piedra y lanzandola al aire, distrajo al enemigo. Golpeo con fuerza la puerta, derribando los hermosos adornos de flores y con su ultimo aliento grito

-¡Yo me opo...!-

Un frio intenso invadio su cuerpo y viose despertar. Abrio los ojos. Observo su hogar. Estaba empapado. Aquel vaso de agua de su repisa se habia derramado. Marcaban las 11:30 am en su reloj.

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