lunes, 19 de abril de 2010

Canto #34

Libéralo a tiempo de ese dolor;
aquel que llevas impreso en el rostro
aquel que eres capaz de dibujar con tus dedos blancos
aquel que tanto tiempo has cultivado
bajo el rojo pálido de tus labios

Ten piedad, oh tú, ten piedad
de cada uno de los latidos de su fe
de la esperanza color café
de su mirada romántica cuando marquen las seis
Libéralo a tiempo de ese dolor;
antes que lo consuma tu rencor
al amor y a la ilusión
¡Oh tú musa de su devoción;
liberalo de tu mal amor!