lunes, 19 de enero de 2009

El destino en nuestras manos

El destino sólo existe si es algo que nosotros podamos manejar y moldear, en base a nuestras decisiones y sueños. Si se entiende como algo que sencillamente pasa, algo ajeno a nuestra propia voluntad, entonces, no se habla de destino, sino de conformismo.

Es bastante molesto escuchar a personas decir el destino nos ha vuelto unir, o, este es nuestro destino; ¿no sería mucho mejor decir: esto nos ha pasado, porque así lo hemos decidido?. Dejarnos estar, así sin más, como entes vacíos sin aspiraciones que dejan pasar su vida según lo que vaya sucediendo, es realmente patético. No podemos ser masas vacías, tenemos que tener sueños, aspiraciones, ilusiones, metas que realizar; en cuanto a todo aquello depositos toda nuestra voluntad, muy probablemente lograremos todo, o al menos quedaremos con la certeza de que lo intentamos todo.

Todo se configura por algo que hemos decidido, ya sea para bien o para mal, pero de ninguna se debe considerar los resultados como algo definitivo o inalterable; siempre que se tenga la voluntad, no existen los finales escritos. Somos los absolutos dueños de nuestra vida, y de lo que pase en esta. Como únicas excepciones están la muerte y las enfermedades, que si pueden considerarse totalmente ajenas a nuestra voluntad.

¿Quién le teme al lobo feroz?

domingo, 18 de enero de 2009

1 año y 1 mes de existencia, A Romantic Life

Eclipse y final prolongado

Ciertamente, mi peor defecto, es no darme a cuenta de lo que pierdo, para después lamentarlo a futuro. Maru, tienes razón, ella no puede ser mi vida entera, pero vaya que cuesta entenderlo.

Entré, hace algunos días atrás, en una especie de debate interno, en el cual me pregunta si yo nada más buscaba el perdón, o de verdad quería tener su corazón y amor. Por unos instantes me ví a mi mismo complicado, con aquella disyuntiva molestándome, hasta que por fin, luego de una reflexión, saqué la respuesta.

Sea como sea, creo que el final siempre estuvo en el eclipse de febrero, cuando nos dejamos ir. Este último en un plural generoso, cuando la decisión paso por mí. Después de mucho, no sin algunos conflictos de por medio, viviendo cada uno su respectiva vida nueva, ella en una nueva ciudad, nuevas personas, nuevo colegio y yo, por otro lado, empezando mi vida univeristaria. Cuando en Agosto se gestó aquel reencuentro, pensé que después de habernos prometido intentarlo y esperarnos, por fin podríamos estar juntos, sin más vacilaciones ni dudas que nos alejarán.

Sabrá Dios, pero algo pasó, y se terminó. Luché, firme a mis convicciones, pero aquellas heridas y estigmas del pasado, no perdonaron, y fueron implacables para borrar toda huella de amor de ella hacia mí. No se podía luchar con esta fuerza más fuerte que yo y ella, una fuerza implacable que no perdonaría esta unión, dado los sucesos anteriores; un "algo" tan poderoso que fue capaz de cambiar el corazón de ella, y sembrar el terror y la desesperación en el mío. Este monstruo, no sólo acabó con nuestra amistad, sino que dejo en evidencia una cosa: el final ya estaba escrito.

Tomo enserio este cuando nos dijimos adiós, y no iba a tolerar semejante imprudencia: vernos juntos de nuevo. Por eso es que puso en el camino a otro sujeto, aún peor y más otros factores, lograron dibujarte para ti, a mí como tu peor y fatal enfermedad.

Por allí como dijo Jacob Black, se pueden manejar las sombras, pero no luchar contra el eclipse.

Retomando el blog

Hace mucho tiempo que no pasaba por mi blog, testigo de los meses agónicos de aquella lucha sin comienzo ni final. No podía sino resultar ingrato, dejar tirado de esta manera mi página, por lo que la retomo oficialmente.

Por ahora quedará esta entradita como prueba de que pronto tendré más actualizaciones, así como también las modificaciones menores que hice a la fachada del blog.

Bueno hasta una nueva entrada.