[Cuento Inusual] Otro cuento de amor

Queridos bloggeros, amigos y lectores, ya que estan por aqui, ¿porque no se detienen un instante, y leen el cuento que tengo para ustedes?, acomodense un poco, ya que es un poco largo, por lo que lo dire en 2 partes, bueno aqui vamos:

"Raquel era una mujer bellisima, con una hermosura comparable con la de las mismisimas estrellas, y eso era justamente, para Hernan. Se conocian, se hablaban, pero el escondia muy dentro de si todo aquel romance que pudiese sentir. Soñaba acabar con la guerra y miseria que asolaba su mundo, para algun dia hacer de aquel lugar, un paraiso en el cual pudiese amarle libremente.

Observaba sus manos estropeadas por las espadas, blandidas cientos de veces. Le dolia el corazon enormemente, le afectaba la tristeza de no poder estar ahora con la dueña de sus sueños. Caballero errante, rebelde por muchos, huracan llamado por otros.

-Algun dia...-

Pesaba sobre sus hombros, la conversacion de dias atras. Ella le insulto, le mando al infierno, no queria verle pelear mas, ella no podia comprender que el no podia detenerse. Le hirio casi con ternura en el corazon, justo en el centro.

-Perdoname...prometo que cambiare todo-

Se levanto. Tomo su fiel caballo negro, dueño de mil leyendas, y al paso de la estrepitosa lluvia, galopo kilometros al sur, en bosques de fuego que cortaban el paso, y aves oscuras que anunciaban el combate proximo. Su peor enemigo, aquella batalla incansable, inperdonable. Y batieron sus espadas, y rios rojo tiñeron las fertiles tierras.

Se tuvieron, al dia siguiente, noticias en la ciudad. Habia caido el cabecilla de los rebeldes, y era llevado frente al Rey Dan. Tirano, y repugnante persona, carecia de toda virtud humana posible. Destestado, pero respetado por el temor que imponia, a base de opresion y fuerza. Era sabido por todos, que tambien amaba a Raquel, que por cierto era una noble de su corte. Se abrieron las enormes puertas doradas, y pesadamente avanzaba encadenado el Huracan. Hernan levanto la mirada, observando con odio las burlas que los ojos de sus enemigos depositaban sobre el. Sangraba profundamente. Raquel le reconocio, pero no pudo gritar, no existia aliento.

-¡Por fin te tengo frente a mi asqueroso bandido!- dijo Dan, cuando golpeaba con fuerza al guerrero

Cayo este al suelo, y escupio oscura sangre. Levanto nuevamente la mirada, pero las fuerzas faltaban. Sentia que perdia el conocimiento, cuando diviso a Raquel, y dijo:

-Raquel...que pena...verme en esta condiciones...perdoname por todo...lo juro...perdoname por no poder cumplir mi promesa...pero...pero...quiero que sepas...que...te amo, te amo como a ninguna-

Dijo esto, y cayo inconciente. Una carcajada unisona repleto las murallas del palacio. Raquel, salio llorando del lugar. Dan ordeno exiliar al caido heroe (...)

Y desperto, sediento. Observo el cielo, brillaba una sola estrella. Se sintio perdido.

-¡AURA! ¡Maldita sea!-

Aura, era como el le llamaba en ocasiones. Preferia ese mote, que el original. No pudo contener mas la rabia, y grito tan fuerte como pudo....la noche caia silenciosa.