lunes, 25 de mayo de 2009

Sonata romántica

Nota: dedicado a mi musa romántica y en memoria del más grande exponente del romanticismo puro, maestro Gustavo Adolfo Becquer

Bajo aquella luna eterna
blanca, pura e imponente
con un viento espectante
que rozaba con ternura las hojas verdes
de arboles oscuros
sellamos, tú y yo, juntos
la historia de nuestro destino

Busqué por mucho tiempo
quizás en lugares equivocados
o tal vez siempre estuviste
sólo que no era el momento(...)
no hay sonrisa más sincera
que la tuya y no hay besos más cálidos
que los tuyos, musa de invierno y verano

Puedes descubrir en mis ojos
aquellos sentimientos que trato de mantener ocultos
y alejas de mi la duda y la ira
el temor y la melancolía
eres siempre hermosa, siempre verdadera
eres única y como tú ninguna igual
en tu voz encuentro la melodía
aquella que escucho día a día

Tenía mucho dolor en mi corazón, amor
pero con tu mano y tu querer
haz sanado cada rincón de él
haz revivido el fuego mío, aquel extinto
por recuerdos fríos del ayer
me haz devuelto, amada mía
la fuerza que extrañaba
para vencer en esta vida nuestra
para no dejar de soñar en esta realidad impuesta
para entender que nada está escrito
te amo, ¿te lo he dicho?

[...]

1 comentario:

nadA dijo...
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