lunes, 20 de octubre de 2008

Ver la vida de otra forma

Si hay algo que no puedo evitar, es observar el mar cada vez que tengo la oportunidad para hacerlo. Luego, de un rato, es que me pierdo en su inmensidad y por mi mente pasan los más diversos pensamientos.

Después de un rato, cuando comienzo a caminar por la arboleda, y golpéa suavemente el viento, llevándose junto a él unas cuantas hojas muertas, no es sencillamente el aire; sino que más aún, una expresión de la naturaleza, a la que podemos dar el significado que en ese momento sienta nuestro corazón.

Cuando llueve, es aún más extraño para mí. Recuerdo que estos eventos, los vivía plenamente. Pensaba si acaso no llovía porque nuestros corazones estaban tristes y perdidos, y más aún, que no dejaría de llover mientras quedasen rastros de dolor en ellos. Cuando el cielo esta gris, o cuando el cielo esta azulado, transmite sentimientos diferentes. No es tan sólo agua que cae desde la gran bóveda celeste, no es tan sólo nubes unidas ni tampoco aquel cielo que podemos ver todos los días, es mucho más que eso, es una invitación a ver las cosas, la vida, de otra manera.

Ciertamente, pasando a otro aspecto de lo que pretendo exponer, hay veces que nos encontramos con situaciones bastante duras de afrontar. De todas estas, en lo personal, la más dura siempre será la del amor, pero sólo cuando este se ve amenazado por el olvido y el adiós. Muchas veces, puedo cegarme, porque en mi mente no cabe otra cosa que lograr la victoria ; porque tengo el convencimiento sincero de que yo puedo, que realmente puedo hacerlo. Todo esto, puede luego contrastar duramente con la realidad, que se encarga de hacerme ver que las cosas no son siempre como las idealizo en mi mente. Pero, sin embargo, es frente a esto cuando no hay que ceder. La realidad no es una, no es algo que nos puedan imponer, al contrario, es algo que nosotros mismos creamos, construímos y destruímos. Si vivir tan sólo significase dejarse llevar, ninguno de los grandes logros de la humanidad , serían hoy posibles.

A lo anterior, por último, es añadirle algo que no puedo dejar a un lado : los sueños. Estos son fundamentales para que la vida no sea tan sólo el despertarse, andar por ahí y ya. Si no se sueña, sencillamente no se puede ser feliz, ni mucho menos, no se puede disfrutar la vida plenamente. ¿Qué es sino soñar, la forma más efectiva de darnos fuerzas para luchar por algo o alguien?.

En conclusión, esta vida se puede ver de otra forma...tarea de cada uno el como.

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